La actualización de las tecnologías es una constante vital para el funcionamiento óptimo de un negocio. Tus clientes deben confiar en que puedes proporcionarle los mejores servicios en el menor espacio de tiempo posible. Por este motivo, contar con los últimos avances tecnológicos de tu sector profesional es un aspecto fundamental.
Tarjetas: un elemento básico para tu negocio
Pero, ¿qué hacer cuando no se cuenta con los medios o el presupuesto necesarios para ello? Es muy sencillo: céntrate en aquellos puntos que se consideran indispensables para el funcionamiento de tu negocio. Te lo contamos desde nuestra Web de tarjetas de plástico.
Uno de estos puntos básicos es, sin duda, la tecnología de las tarjetas de empresa. Las tarjetas de empresa de última generación son mucho más que simples trozos de plástico que sirven como identificativo o para fichar. Con la llegada de la tecnología RFID y de las tarjetas NFC el valor de las tarjetas de empresa ha experimentado un auge impresionante.
Ahora bien, ¿cómo me decido entre las tarjetas RFID y las NFC?
¿En qué se diferencian las tarjetas RFID y las NFC?
Las tarjetas RFID son ideales para cualquier tipo de negocio que cuente con distintas salas, habitaciones, taquillas, etc. Así, las tarjetas RFID triunfan sobre todo en el sector hotelero, en el de los gimnasios y en empresas donde los empleados necesiten cambiarse de vestuario.
Del mismo modo, las tarjetas NFC han sido desarrolladas para su uso como tarjetas de visita y tarjetas contactless. Esto se debe a que los chips NFC se insertan en las tarjetas para ofrecer información complementaria a la que ya muestra la propia tarjeta. Su uso es muy sencillo: mediante tu smartphone podrás acceder a la información del negocio de manera rápida y eficaz.
Asimismo, el sistema NFC es ideal para las nuevas tarjetas de crédito que funcionan sin contacto (contactless en inglés), por ejemplo, así como muchas otras que se van haciendo con este tipo de tecnología.
Ahora que ya sabes más o menos qué ofrece un tipo de tarjeta y otro, ¿por cuál te decides? ¡Piensa siempre en las necesidades de tu negocio!