Trabajar es difícil, si no fuese difícil no se llamaría trabajar. Esto hace más entendible el hecho de llegar a casa y tras un arduo día de trabajo se nos antoja algo agradable que nos relaje, como una margarita, o ¿qué tal una piña colada?, ¿quizás un daiquirí con una fresa congelada? Todas son muy refrescantes y le harían una tarde más agradable a cualquiera.
¿Qué tienen todas estas bebidas en común? Bueno, aparte de que son preparadas con algún tipo de licor, sus recetas originales incluyen el uso de una licuadora.
Es evidente que la licuadora es útil es muchas maneras y por ello debe cuidarse adecuadamente. Una licuadora tiene muchos componentes, y aunque algunos afirman que es suficiente con solo enjuagarlos, la verdad, es que la forma adecuada de limpiarla es desarmando el equipo.
Lo primero que debe limpiarse es la tapa, pues es allí donde terminan la mayoría de las cosas que son licuadas. No se necesita ningún tratamiento especial, sólo debe lavarse cada vez que se utilice la licuadora ya que la comida se acumula en este lugar y, además de ser antihigiénico, puede ser una manera muy fácil de contraer alguna infección estomacal grave.
Es muy común que la gente agregue agua a la licuadora y unas pocas gotas de detergente lavaplatos, y luego poner el equipo en funcionamiento. Es importante que no se haga esto en la velocidad más alta, y ni siquiera en la media porque podría dañar las cuchillas. Unos pocos minutos en la velocidad más baja son más que suficientes para lograr el objetivo.
Tratar de deshacerse de las manchas es un poco más complicado, pero no demasiado. Lo primero que debe hacerse es llenar la licuadora hasta la mitad de su capacidad, añadir un poco de detergente lavaplatos y un par de gotas de limón, y luego licuar. El limón es muy efectivo contra la mayoría de las manchas, pero si no funciona puede tratar de restregar las manchas rebeldes con una esponja rugosa o con un cepillo de dientes. Trate de no usar nada hecho de acero, pues podría dañar algún componente.
Para aquellas terribles manchas que se niegan a salir, es buena idea dejarlas reposar por una noche con bicarbonato de sodio o quizás un poco de vinagre con agua; en general los compuestos que contienen algún tipo de ácido, como el limón o l vinagre, son efectivos para remover cualquier cosa que se niegue a salir. Además, es buena idea dejar que seque con el aire en vez de secarlo con algún paño, pues en algunas ocasiones esto puede crear manchas.
En cuanto a la base, es una regla general que la base y el agua nunca deben juntarse, pues puede dañarse el dispositivo o incluso causar un corto circuito. La forma adecuada de limpiarse debe ser con un paño o una toalla.
Siempre limpiar la base tras su uso, pero antes de que seque, es una buena idea. Los botones de control siempre son la parte más difícil porque no se puede acceder a ellos fácilmente, pero con bastoncillos de algodón se puede solucionar este conflicto, especialmente para los espacios entre botones dado que es posible la acumulación de material allí. Los bastoncillos de algodón con un poco de alcohol son muy útiles para limpiar la licuadora
Asegúrate que la licuadora se ha secado adecuadamente antes de guardarla. Asimismo, revisa que la licuadora a hayas ensambladado correctamente luego de limpiarla, en especial la cuchilla por ser una pieza capaz de generar un daño severo a cualquier persona.
Siempre es buena idea cuidar nuestra licuadora al no añadir muchos elementos, o añadir suficiente agua. Esto solo se traduce en más piñas coladas, y al final de un día agotador, ¿quién no querría preparase una deliciosa bebida y descansar?
Aun así, si llegará a fallar nuestra licuadora acércate a recambiodeelectrodomesticos porque comprar un artículo nuevo no siempre es la mejor opción y menos para nuestra licuadora que tantas cosas ricas nos hemos preparado en ella.
Jose Antonio Puga