Hace pocos días se ha celebrado el curso de verano de la UNED ‘Actividad física y mental, plasticidad cerebral y cognición en el envejecimiento normal y en la demencia’, en el que se ha explicado de qué forma las nuevas tecnologías y los videos de juegos pueden ayudar a hacer más lento el deterioro cognitivo y enfermedades como el Alzheimer.
Un estudio, desarrollada en los últimos dos años por el equipo de investigación de la UNED, ha llegado a la conclusión que el grupo experimental con el que se ha trabajado, de un grupo de mayores de 60 años, aumentaban su memoria de imágenes, su velocidad de procesar las cosas y su atención, además de perder la atención ante estímulos en del medioambiente.
En el estudio se mostró a estos abuelos prácticar con un un ordenador y un videojuego y a jugar con elementos que les ayudaron, en un número alto de sesiones, a mejorar los aspectos relacionados con el deterioro cognitivo, mientras que en el grupo que no realizó estos ejercicios, no se produjeron cambios llamativos.
Una vez finalizada esta estudio, financiada por el Ministerio de Economía y Competitividad, la pregunta que se hacen los estudioso es ahora es “qué ocurre después de los tres meses de haber finalizado el entrenamiento”, una cuestión a la que han intentado buscar solución y cuyos resultados serán publicados en poco en una revista de investigación mundial.
Estas investigaciones de la revista, se basan sobre la idea de que el cerebro es “plástico” también en las personas de avanzada edad aunque esa plasticidad es más vista en los niños.
Hasta hace poco meses se creía que es plasticidad se daba en los niños” sólo la tenían los niños. Aunque los mayores puede modificar también su conducta. Y así, aumentar la plasticidad de su cerebro.
Un estudio realizado por alumnos de las universidades de Buffalo, Michigan y Texas han reflejado también que la violencia en un videojuego, así como otros comportamientos malos, pueden ayudar a mejorar el sentido moral del jugador. «En lugar de empujar al jugador a volverse menos moral»,
El estudio sugiere que los juegos violentos pueden de hecho ayudar a aumentar la sensibilidad interior. Esto podría, como ocurre en la vida real, provocar que los jugadores se comporten de manera voluntaria de manera correcta.
Aseguran que el comportamiento inmoral puede provocar sentimiento de culpabilidad que conduzca a una mejora del carácter. De una manera u otra, todavía no sabemos si los videojuegos son buenos o malos. Pero tampoco aportan tanta negatividad como se pinta ya que hemos visto estudios que los ven positivos para la salud de los ancianos.