Los tipos de calentadores de agua más habituales que encontramos son aquellos que funcionan a gas (como pueden ser por gas butano o por gas natural), o bien los termos eléctricos. Estos últimos entrañan una instalación mucho más sencilla, y los riesgos son mínimos, por lo que son muchas las personas las que se terminan decantando por ellos.
Podemos encontrar muchas marcas de termos eléctricos, como los termos Wesen,Fleck o Thermor. Independientemente de la capacidad que estemos buscando a la hora de elegir un termo, así como las diferentes características que nos hagan falta, siempre podemos echar un vistazo al catálogo de estas marcas y no tardaremos en encontrar lo que necesitamos.
A continuación, vamos a analizar cómo es el funcionamiento de un termo eléctrico.
Termo eléctrico: funcionamiento
En el interior de estos aparatos podemos encontrar una resistencia eléctrica que ha sido diseñada con el objetivo de calentar el agua. En el momento en el que la temperatura del agua llega a los 60-75ºC, será entonces cuando la resistencia se apagará, por lo que dejará de calentarse. Llevan una sonda que está especializada en detectar cuando la temperatura baja de esa temperatura; si eso ocurriera, la resistencia se pondrá de nuevo en marcha, para que la temperatura pueda volver a ubicarse en el rango que hemos citado anteriormente.
Es crucial elegir un termo que conste de un buen aislamiento térmico, de esta forma evitaremos que el consumo eléctrico se pueda llegar a disparar. Por ejemplo, si tenemos el termo en el exterior, y el aislamiento no es bueno, la resistencia se conectará una y otra vez, lo que hará que cada vez gastemos más.
En resumidas cuentas, estas son las principales ventajas que nos ofrece un termo eléctrico.