En Valladolid se encuentra situado un desguace muy especial con un stock realmente amplio de coches siniestrados y de ocasión para venta al público, así como por piezas sueltas que ya han sido revisadas para comprobar su funcionamiento correcto y poseen plena garantía durante un tiempo mínimo. Sin embargo, un comprador cualquiera podrá pensar que ya existen muchas empresas parecidas y que esta otra no ofrece nada nuevo. Sin embargo, eso no es así. Dentro del mundillo de los desguaces en valladolid de coches, el Desguace Reto es especial por muchos motivos. Pero el principal de todos ellos reside en sus orígenes, que no son conocidos por todo el mundo, y que esconden una bella historia de valores y solidaridad que merece la pena ser contada una y otra vez.
De hecho no solo este desguace, sino todos los que tienen la marca Reto en su nombre (existen cinco de ellos en España) nacen de la asociación Reto a la Esperanza. Se trata de una ONG que empezó en los años ochenta a trabajar en la calle para atender a personas en exclusión social y a darles una nueva esperanza de vida, y ello se ha concretado en forma de puestos de trabajo en estos desguaces, con los que muchas personas sin esperanza y sin futuro han conseguido rehacer sus vidas y ganarse su pan de una forma digna.
Así las cosas, el desguace Reto de Valladolid tiene una andadura de más de 15 años, con lo que de facto se ha convertido ya en una de las empresas veteranas del sector en esta provincia. De ese modo ya puede presumir sin problemas de tener un amplio stock de piezas de recambio para coches y motos, con el que cientos de propietarios cada año adquieren piezas usadas a un gran precio, y con las que consiguen alargar durante varios años más el funcionamiento de sus coches.
De igual modo los propietarios que ya no quieran utilizar más sus vehículos anticuados o que se encuentren de repente con un coche accidentado que no sale rentable reparar, pueden llevarlo a este desguace que también funciona como centro autorizado por la legislación actual para tratar este tipo de vehículos que se encuentran ya fuera de su vida útil. Es en ese momento cuando empieza el proceso de recogida del mismo mediante la grúa (casi siempre es gratuita), se procede a darlo de baja de la base de datos de la Dirección General de Tráfico, se extraen las piezas que puedan ser útiles para su puesta a la venta al público en general, se extraen los residuos contaminantes para ser llevados a un centro de reciclaje y, finalmente, se convierte el vehículo en chatarra.
