Hoy nos vamos a arriesgar, dado que queremos traer a colación un tema que podría ser considerado como el más anti tecnológico del mundo mundial: la excelencia de la artesanía a la hora de convertir nuestro hogar en una joya que admirará todo el mundo. Es más, estamos por decirte que con nuestro artículo de hoy queremos poner de manifiesto algo que de verdad resulta especialmente interesante en nuestro mundo agitado y globalizado: el carpintero, a su modo y manera, tiene también un montón de maneras y formas de demostrarnos que aplica una tecnología que se pierde en la noche de los tiempos, pero que es eficaz y resolutiva.
Y es que el trabajo de la madera es algo que el ser humano comenzó a hacer con rapidez, seguramente ya en tiempos paleolíticos. Luego la cosa se fue perfeccionando con celeridad, hasta llegar a los tiempos de los primeros asentamientos en ciudades, en las cuales la madera jugó un papel importantísimo como sustentadora de techos y cubiertas. Con los grandes Imperios la cuestión se llevó hasta un extremo increíblemente bello y precioso, con esos sarcófagos de madera recubiertos de láminas de metales preciosos. Y luego la historia se unió inextricablemente al trabajo de los ebanistas, conformando un proceso tecnológico que permitió elevar, por ejemplo, edificios tan impresionantes como las catedrales.
Y hoy en día, aunque relacionados con el trabajo doméstico, los profesionales que localizarás en Internet, como por ejemplo en guiacarpinteros, te permitirán solucionar problemas como puertas mal cerradas o ventajas que no encajan gracias a que mezclan su sabiduría, su buen hacer y el trabajo de sus manos con la excelencia más indicada. Y claro, cuando todos estos asuntos se amalgaman huelga decir que estamos haciendo las cosas con cabeza, porque estaremos aplicando en nuestro domicilio aquello que nos vendrá bien, que tiene el preciosismo del trabajo con las manos y que además emplea un proceso tecnológico que tiene los mejores visos de funcionar de la forma más correcta y excepcional.
Por tanto nosotros pensamos que aunque sea algo descabellado, pensar en el carpintero como un profesional que también aplica, a su manera, la tecnología más pertinente y adecuada es pensar en un experto en la materia que sabe que las cosas que se hacen con dedicación son las que terminan saliendo bien. No lo decimos por decir, la tecnología de la madera existe, es real, porque los aparatos que usa el ebanista, aunque nos parezcan prehistóricos, han ido puliéndose y mejorándose con el paso del tiempo. Y por eso nosotros tenemos claro que aunque se trate de un trabajador que asociamos a procesos tecnológicos altamente tradicionales, el carpintero es un experto en hacernos conseguir la mejor de las tradiciones aplicando para ello una tecnología adecuada y pertinente..