Hilo radiante eléctrico y suelo radiante por agua

El verano casi ha pasado sin darnos cuenta y con la llegada de septiembre conviene prepararnos para la vuelta al frio. Así pues, lo más importante en la vivienda es contar con un sistema de climatización eficaz para sobrellevar el invierno y pasarlo calentito en casa, incurriendo, si es posible, en los menores gastos energéticos y económicos. Así pues, la instalación del sistema de suelo radiante se presenta como la mejor opción por las ventajas que ofrece frente a los métodos tradicionales como pudieran ser los radiadores.

El objetivo de este tipo de calefacción es el de distribuir el calor a través del calentamiento del pavimento para lo cual existen dos posibilidades: hilo radiante o suelo radiante eléctrico y por agua. El primero basa su funcionamiento en los cables que actúan como conductores de la electricidad, siendo ésta la fuente de energía que abastece la instalación. El consumo es bastante elevado por lo que en la actualidad no es muy común su instalación.

La segunda opción consiste en una red de tuberías dispuestas bajo el suelo por las que discurre agua caliente que hace aumentar la temperatura del pavimento para calentar la vivienda o el local. No precisa de una temperatura muy elevada ya que la superficie que emana el calor es muy amplia, por ello este sistema se basta de la circulación de agua caliente a unos 30º para además no ocasionar problemas de circulación a los inquilinos de la casa. Las pérdidas de calor son mínimas y es compatible con diversas fuentes de energía renovables para lograr la eficiencia energética a través de sistemas como el de aerotermia o geotermia.

El único inconveniente de este método es que no se caracteriza por la rapidez del mismo para  calentar la vivienda. Y es que la climatización a través de radiadores y caldera enseguida hace notar sus efectos, pero esto solo se debe al gran consumo que supone este sistema. El que nos ocupa hoy es más lento al emplear una limitación de la temperatura del agua que calienta el suelo.

Por ello, para una instalación de suelo radiante se hace indispensable un sistema de control más avanzado que el simple termostato, para así poder configurarla con anticipación a las condiciones del frio gozando de una sensación de conforte continua y constante. Además, se puede combinar con el sistema de refrigeración utilizando la misma instalación para hacer circular agua fría para enfriar el local.

 

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